Egocentrismo, el culto al yo

Los egocéntricos son personas centradas en sí mismas de una manera exagerada, de manera que presentan dificultades a la hora de relacionarse con los demás.
Egocentrismo, el culto al yo
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 agosto, 2023

Considerarse el centro del mundo, sentirse más importante que los demás, pensar constantemente en sí mismo y creer que las opiniones o intereses propios están por encima de los pensamientos ajenos son algunos de los rasgos que caracterizan a quien practican el egocentrismo. Individuos que se autoproclaman especiales y superiores a los demás, cuya arrogancia les acarrea problemas en sus relaciones sociales.

Un ególatra puede tener una personalidad encantadora y comportarse como un déspota a la vez. En las relaciones familiares y de pareja son aprovechados y manipuladores. Por otro lado, encuentran dificultad para trabajar en grupo y suelen tener problemas para establecer amistades y mantenerlas. Al creerse especiales, no aceptan la crítica y menosprecian a los demás.

“Un inconsciente hiperdimensionado es siempre egocéntrico y el consciente no puede hacer nada salvo preservar su propia existencia. Es incapaz de aprender del pasado, incapaz de entender eventos contemporáneos e incapaz de proyectarse correctamente hacia el futuro”.

-Carl Gustav Jung-

Las personas egocéntricas se sienten infalibles. Aunque se presentan como individuos seguros y sobrados de autoestima. Estas armas las utilizan como mecanismo de defensa porque en el fondo son personas solitarias y llenas de inseguridades. Por eso necesitan sentirse adulados y admirados constantemente por los demás.

Rasgos generales de la personalidad egocéntrica

El hecho de centrarse en uno mismo como mecanismo de defensa da lugar a una serie de rasgos de personalidad que se pueden generalizar a la mayoría de individuos de esta clase. A continuación puedes leerlos:

  • Falsa confianza en sí mismos.
  • Apariencia de excesiva autoestima, pero inseguros en el centro.
  • Consideran ser poseedores de grandes talentos y habilidades únicas.
  • Distorsionan su realidad mental para que encaje con sus sesgos.
  • Falta de empatía.
  • Dificultad para evaluar características de personalidad en otras personas.
  • Hipersensibilidad a las críticas externas.
  • Se comparan con los demás y sienten envidia de ellos.
  • Se exhiben para buscar elogios de los demás.
  • Sienten que tienen derecho por los demás.
  • Son manipuladores.
  • Son solitarios y pesimistas.

Distintos tipos de egocéntricos

El egocéntrico parece que vive por y para él. Pero mantenerse en esa posición de superioridad, le esclaviza. Fritz Künkel hizo una clasificación en la que reconoce los distintos tipos de egocéntricos, atendiendo a los objetivos a los que aspiran para satisfacer su ego y que les convierten en sujetos sumisos de sí mismos.

1. Nerón

Este tipo de persona que practica el egocentrismo desea, por encima de todo, dominar a los demás. Su sentimiento de superioridad y de que los demás deben estar a su merced provoca que sus actitudes se dirijan a someter a los demás.

Sentirse superior

Se caracteriza por nunca pedir un favor, ya que su máxima es que “no hay que fiarse de nadie”. Sin embargo, a pesar de esto, exige, utiliza y necesita a los demás para hacer determinadas cosas o conseguir determinadas metas.

2. Estrella

Este es el típico ególatra que, por encima de todo, busca la admiración y el aplauso de los demás. Busca llamar la atención, por eso siempre intentará llevar la voz cantante o llevar a cabo determinada actitud que haga que todas las miradas se posen en él.

“Lo siento por todas aquellas personas que necesitan humillar a otras para llamar la atención”.

-Anónimo-

3. Cenicienta

La persona que practica este tipo de egocentrismo es aquella que busca la protección ajena. Hace del sufrimiento y el victimismo su arma para conseguir la atención de los demás. Se siente “digno de compasión”.

Por este motivo, nunca se hace responsable de sus errores o equivocaciones, sino que proyecta todo esto en los demás, haciéndolos culpables. Él siempre es la víctima, el pobre diablo al que siempre le ocurre todo lo malo.

4. Tortuga o Tarugo

Este tipo de ególatras reivindican constantemente su “soledad”. Necesitan un mundo al que despreciar. Se muestran como individuos desalmados y sin corazón. Protegidos con un caparazón para el amor. Solo quieren que “les dejen en paz”.

“El desprecio es el arma de los débiles y una defensa contra los propios sentimientos despreciables y no deseados”.

-Alice Miller-

Trastorno Narcisista de la Personalidad

La clasificación anterior no se aleja mucho de aquellos a los que se les podría englobar dentro del trastorno narcisista de la personalidad. Según el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), este trastorno se caracteriza por los siguientes criterios:

  1. El individuo posee un grandioso sentido de la autoimportancia (por ejemplo, exagera sus logros o espera ser reconocido como superior).
  2. Está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios.
  3. Crees que es especial y único. Al mismo tiempo, cree que solo puede ser comprendido, o solo puede relacionarse con otras personas que son especiales o de alto estatus.
  4. Exige una admiración desmedida y excesiva.
  5. Expresa una conducta muy pretenciosa.
  6. A nivel interpersonal es explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas.
  7. Carece de empatía.
  8. Suele sentir envidia o cree que los demás le envidian a él.
  9. Actitudes arrogantes y soberbias.

Esclavos de ellos mismos

Hay diversas formas de combatir el egocentrismo. La voluntad del ególatra es importante para poder reconducir esta manera de ser, que, como adelantábamos, repercute negativamente en las relaciones sociales.

Mujer aburrida en una conversación

Es fundamental que el individuo se autoanalice y sea sincero consigo mismo. Que tome conciencia de sus fortalezas y debilidades y las asuma como tal. Si no acepta ni es consciente de lo que le sucede, no habrá solución posible.

Otros pilares fundamentales para vencer el egocentrismo son compartir tiempo con otras personas, ceder, participar en actividades altruistas y realizar deportes o juegos de equipo para valorar el trabajo y los esfuerzos de los demás.

“Algunas personas no han entendido que la Tierra gira alrededor del sol, no de ellas”.

-Mafalda-


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